HISTÓRICO DE LA OBRA DE DIOS
Breve resumen del inicio de la Obra de Dios en Bolivia
Como está narrado en las Sagradas Escrituras, la Obra de Dios tiene su origen en la época de los apóstoles de Jesucristo, quien dio nacimiento a la iglesia con su muerte expiatoria en la cruz y la dispensación de su Gracia redentora a través del Evangelio y el derramamiento del Espíritu Santo a sus discípulos, cuyo hecho ocurrío por primera vez en Jerusalem, después de su ascensión a los cielos, sobre el grupo de unos ciento veinte galileos que estaban reunidos en un aposento alto, luego de lo cual comenzaron la misión de ser sus testigos allí, en Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra, conforme a su mandato.
Esta preciosa fe que una vez fue dada a los santos llegó a nuestros días cuando a principio del año 1894 el Señor se manifestó al hermano Louis Francescón, que pertenecía en aquel entonces a una iglesia denominacional italiana de Chicaco, Norteamérica, donde ocupaba los cargos de Anciano y Secretario de la Administración. Dicha manifestación fue, mientras estaba de rodillas en su cuarto leyendo la epístola del apóstol Pablo a los Colosenses, cuando él tuvo de la parte del Señor la compresión del nuevo nacimiento. En los Estados Unidos, en 07 de septiembre de 1903 el hermano Louis Francescon y un grupo de hermanos fueron bautizados y, poco tiempo después, empezaron a congregar iniciándose así la Obra de Dios en aquella nación.
El testimonio de esta Obra llego a este país en los primeros días de enero de 1952, a la Pueblos del norte del departamento de Santa Cruz; el hermano anciano Joaquín Alves presidio el primer bautismo en la localidad denominada “La Cruz Zoleto”, en la provincia Obispo Santiestevan, el 6 de Agosto del año 1953. Nuestros hermanos primitivos se reunieron por alrededor de cuatro años en dicha localidad, sin embargo, debido al traslado de los hermanos desde La Cruz Soleto hacia la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, para permanecer en comunión, durante un periodo aproximado de un año se reunieron en sus domicilios para celebrar los Santos Cultos.
El cuatro de junio de 1957, con la colaboración de la Iglesia en el Brasil, la Iglesia en Bolivia adquiere su primer terreno en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el cual se desmembró de la propiedad denominada “Tenería San Lorenzo”, por inmediaciones del lado nor-oeste de la ciudad, iniciándose la construcción en el segundo semestre del mismo año, con su apertura y primer servicio de bautismo realizado en esta ciudad de Santa Cruz de la Sierra, participando 6 hermanos. Este inmueble estaba ubicado en lo que hoy se denomina “Avenida Uruguay y esquina 10 de agosto”.
El 22 de octubre del año 1972 se realiza la primera Asamblea General Ordinaria en la casa de oración ubicada en la Avenida Uruguay 458, donde la hermandad mediante convocatoria y por unanimidad da por constituida la CONGREGACION CRISTIANA EN BOLIVIA, aprobando el Estatuto y eligiendo al primer Consejo de Administración. La Congregación Cristiana en Bolivia fue legalmente reconocida en nuestro país a través de la aprobación de los Estatuto, mediante la Resolución Suprema Nro. 170862, amparándose en el Decreto Supremo 07516 del 16 de febrero de 1966, aprobándose y reconociéndose la Personería Jurídica y los Estatutos el 11 de junio de 1973, no dependiendo de otras instituciones sea en el país o en el extranjero, conservando la unión espiritual con Iglesias en el país y en el exterior que profesan la misma fe y doctrina. El mismo año ingresan los primeros músicos y se traducen los primeros himnos del portugués al español para el uso en los servicios de culto.
Debido al crecimiento de la Obra de Dios en este Departamento, y con la finalidad de brindar una mayor comodidad en espacio a la hermandad para celebrar los Santos Servicios, así como realizar las diferentes reuniones, se realiza la venta del inmueble de la avenida Uruguay, para posteriormente, en el mes Junio del 2006 realizar la compra del terreno, donde actualmente se encuentra ubicado la Iglesia Central, en el barrio Magisterio Calle Benito de Ribera Nro. 3595.
Toda Honra y Gloria a Dios.